La escritora Guadalupe Loaeza afirma que sólo quiere ser diputada para escuchar y servir
Es, sin duda, la clienta más elegante que ha llegado al pequeño puesto de tlacoyos en la Colonia Tacubaya. No es Guadalupe la escritora, ni la niña bien, ni la reina de Polanco. Se trata, como ella misma se define, “de una ciudadana de bien” que está en campaña en un mercado de esta populosa colonia.
La escritora está en busca de la diputación federal por el distrito 10 de Miguel Hidalgo, bajo las siglas del PRD, mismo distrito en el que compite la ex delegada, Gabriela Cuevas (PAN), a quien le dice que “ya perdió” la elección pues no respetó a los ciudadanos.
“Yo no soy política ni tengo ambiciones políticas. Lo que quiero es servir, ayudar, es algo que va por mi manera de ser, por eso quiero ser diputada”, afirma en entrevista con este diario la también autora de Las niñas bien.
Aunque reconoce que le gustaría pertenecer a la Comisión de Cultura de la Cámara Baja y participar en los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana porque “los panistas los tienen muy olvidados”
Loaeza, quien por dos décadas se ha encargado de registrar la crónica de “los ricos” como ella llama a ese grupo de la sociedad mexicana, asegura que no es una “niña bien”, sino una “ciudadana de bien” que entra a la arena política.
“Escribí Las niñas bien en 1983 y desde entonces en México han cambiado muchas cosas, es mucho más plural, hay una sociedad civil más informada…. una amiga decía: ¡había 12 Sanborns¡ Ahora soy una ciudadana de bien ¡cuál niña bien ni que ocho cuartos!”, acota.
Guadalupe Loaeza escucha a los ciudadanos que se junta a su alrededor. Algunos la confunden con una actriz de televisión, otros con una poeta.
“Ayudenos, necesitamos un apoyo, estoy sola y la delegación no nos ayuda ni con una despensa” reclama una vecina.
Don Mario Ortiz la encara: “Dígame, qué propuestas tiene para los adultos mayores porque en el Metrobús nos discriminan”.
Pide a su asistente tomar nota de las peticiones; saluda de mano y a Amparo Martínez, de 83 años, le dice que ya regresó “como le prometí y no voy a defraudarla, pero es necesario que voten y se exprese para que se sigan impulsado los programas del PRD”.
“Quiero darle nuevo rostro a la clase política”
—La maestra Ifigenia Martínez (PRD) dice que hacen falta voces fuertes en el Congreso, si la caballada está flaca “¿hacen falta yeguas finas?”.
—Si que lleguen, no una niña bien, sino una yegua fina con la voz fuerte, que lleve la voz de muchas personas al Congreso.
—¿Cómo Gabriela Cuevas?
—Ella ya perdió la oportunidad de servir, no escuchaba a los vecinos, y con el conflicto de Polanco —por la construcción de un deprimido vial— tuvo una actuación prepotente y autoritaria. Era Gaby Capone, en la noche mandaba a sus secuaces a cercar el camellón.
—¿Qué les dice a “los ricos” quienes ven al PRD como un partido político rijoso?
—Yo soy como ustedes y ustedes saben que cuando los describía era otro México, otro momento, y otra Guadalupe, esta Guadalupe quiere escuchar y servir…pero sobre todo quiero darle otro rostro a la clase política.
—¿Va a tomar las tribunas de San Lázaro si se lo solicita Andrés Manuel López Obrador?
—López Obrador es el dirigente de un movimiento social y de la izquierda. Nosotros vamos a la Cámara a buscar mejores presupuestos para la gente de Miguel Hidalgo, para impulsar las prepas, los programas sociales, para ayudar a reactivar la economía afectada por la recesión económica. México, D.F./Alberto Morales (El Universal)
martes, 30 de junio de 2009
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