La coalición opositora afirma que no “permitirá otro fraude”. Nava señala que triunfarán con miles de votos
La voz de los seguidores de Gabino Cué Monteagudo fue unánime: ¡Ya cayó! ¡Ya cayó! ¡Ulises ya cayó!. Aspirante opositor que pretende terminar con 80 años de priísmo, una enfermedad de la que asegura ya se curó.
Los simpatizantes se apretujaron en la calle de Derechos Humanos, único espacio disponible para la coalición entre PAN, PRD, PT y Convergencia, luego de que se les retiró el permiso para utilizar la Plaza de la Danza en el cierre de campaña. El clima estuvo a su favor. Tras la participación del cantante Pablo Montero, la gente no se dispersó: esperó más de cinco horas para oír a Cué.
“¡Papacito!, ¡Así sí voto!”, le gritaban al artista grupero, pero la ovación fue mayor cuando Aurora López, la ex titular de Transporte que acusó hace unos días al mandatario estatal de ser el responsable del ataque que sufrió, se subió al estrado y bailó con el cantante.
¡Gabino! ¡Gabino! ¡Gabino! Eran los gritos que se interrumpieron, pues antes de la llegada del aspirante opositor, ya había varios niños perdidos y era constante el llamado para respetar las vallas, pues la gente quería traspasarlas para estar más cerca.
La espera se prolongaba. Banderas amarillas, con el logotipo del PRD; blancas con el logotipo del PAN; naranjas, con el de Convergencia, eran ondeadas con euforia, mientras que el reparto de souvenirs estaba en apogeo.
“En 2004 nos robaron la elección, pero no nos robaron la esperanza…”, era la voz de Cué en un video que transmitieron minutos antes de su llegada. El transcurrir de las imágenes acrecentaba el éxtasis en los ahí presentes.
El reloj marcaba 17:25 cuando Gabino Cué subió al templete. Los jaloneos para ser parte del estrado hizo olvidar por minutos las normas de etiqueta a los dirigentes, quienes buscaban de prisa ocupar un buen lugar. La única que subió con total calma fue Josefina Vázquez Mota, quien se ubicó cerca del perredista Graco Ramírez.
Manuel Camacho Solís, presidente de Diálogo por la Reconstrucción de México, afirmó que el triunfo de la oposición en Oaxaca “es decisivo para el avance de la democracia en México”. Luis Walton y Graco Ramírez, de Convergencia y PRD, pidieron no confiarse, sino preparse para que el domingo “no permitamos el fraude”.
César Nava, líder nacional del PAN y quien llegó tarde al evento, sentenció: “A Ulises Ruiz le digo, no te equivoques, porque el pueblo ya decidió y Gabino ya ganó”. Pidió al mandatario estatal tener “un resquicio de dignidad y retírate en paz”. Los oaxaqueños, expresó, llevarán con miles y miles de votos a Gabino a la gubernatura.
Sin embargo, Gabino Cué fue más mesurado. No habrá, dijo, chivos expiatorios en su administración, ni actuará “con el hígado, porque no somos como ellos”. Gobernará, anticipó, con la ley, porque la ausencia de ella es lo que ha mantenido la anarquía en Oaxaca.
“Ojalá Ulises Ruiz actúe como debiese actuar, como un hombre de Estado; no lo ha demostrado, por eso Oaxaca está como está”.
Vamos a trabajar con quienes se quieran sumar, expresó Cué, teniendo cerca a Irma Piñeyro Arias, quien antes, con la voz algo quebrada, dijo que Cué era la mejor opción.
Cué invitó para que de aquí al 4 de julio “no dejemos de promover la participación y el voto a todos los oaxaqueños”. Convocó a vestirse de blanco, para hacer una marea blanca. “Tiene que triunfar la razón por encima del dinero mal habido, porque viene del erario público; tienen que triunfar quienes realmente amamos a Oaxaca, quienes no buscamos el cargo para enriquecernos a cambio de la pobreza de la gente”.
Oaxaca, Oax.
La voz de los seguidores de Gabino Cué Monteagudo fue unánime: ¡Ya cayó! ¡Ya cayó! ¡Ulises ya cayó!. Aspirante opositor que pretende terminar con 80 años de priísmo, una enfermedad de la que asegura ya se curó.
Los simpatizantes se apretujaron en la calle de Derechos Humanos, único espacio disponible para la coalición entre PAN, PRD, PT y Convergencia, luego de que se les retiró el permiso para utilizar la Plaza de la Danza en el cierre de campaña. El clima estuvo a su favor. Tras la participación del cantante Pablo Montero, la gente no se dispersó: esperó más de cinco horas para oír a Cué.
“¡Papacito!, ¡Así sí voto!”, le gritaban al artista grupero, pero la ovación fue mayor cuando Aurora López, la ex titular de Transporte que acusó hace unos días al mandatario estatal de ser el responsable del ataque que sufrió, se subió al estrado y bailó con el cantante.
¡Gabino! ¡Gabino! ¡Gabino! Eran los gritos que se interrumpieron, pues antes de la llegada del aspirante opositor, ya había varios niños perdidos y era constante el llamado para respetar las vallas, pues la gente quería traspasarlas para estar más cerca.
La espera se prolongaba. Banderas amarillas, con el logotipo del PRD; blancas con el logotipo del PAN; naranjas, con el de Convergencia, eran ondeadas con euforia, mientras que el reparto de souvenirs estaba en apogeo.
“En 2004 nos robaron la elección, pero no nos robaron la esperanza…”, era la voz de Cué en un video que transmitieron minutos antes de su llegada. El transcurrir de las imágenes acrecentaba el éxtasis en los ahí presentes.
El reloj marcaba 17:25 cuando Gabino Cué subió al templete. Los jaloneos para ser parte del estrado hizo olvidar por minutos las normas de etiqueta a los dirigentes, quienes buscaban de prisa ocupar un buen lugar. La única que subió con total calma fue Josefina Vázquez Mota, quien se ubicó cerca del perredista Graco Ramírez.
Manuel Camacho Solís, presidente de Diálogo por la Reconstrucción de México, afirmó que el triunfo de la oposición en Oaxaca “es decisivo para el avance de la democracia en México”. Luis Walton y Graco Ramírez, de Convergencia y PRD, pidieron no confiarse, sino preparse para que el domingo “no permitamos el fraude”.
César Nava, líder nacional del PAN y quien llegó tarde al evento, sentenció: “A Ulises Ruiz le digo, no te equivoques, porque el pueblo ya decidió y Gabino ya ganó”. Pidió al mandatario estatal tener “un resquicio de dignidad y retírate en paz”. Los oaxaqueños, expresó, llevarán con miles y miles de votos a Gabino a la gubernatura.
Sin embargo, Gabino Cué fue más mesurado. No habrá, dijo, chivos expiatorios en su administración, ni actuará “con el hígado, porque no somos como ellos”. Gobernará, anticipó, con la ley, porque la ausencia de ella es lo que ha mantenido la anarquía en Oaxaca.
“Ojalá Ulises Ruiz actúe como debiese actuar, como un hombre de Estado; no lo ha demostrado, por eso Oaxaca está como está”.
Vamos a trabajar con quienes se quieran sumar, expresó Cué, teniendo cerca a Irma Piñeyro Arias, quien antes, con la voz algo quebrada, dijo que Cué era la mejor opción.
Cué invitó para que de aquí al 4 de julio “no dejemos de promover la participación y el voto a todos los oaxaqueños”. Convocó a vestirse de blanco, para hacer una marea blanca. “Tiene que triunfar la razón por encima del dinero mal habido, porque viene del erario público; tienen que triunfar quienes realmente amamos a Oaxaca, quienes no buscamos el cargo para enriquecernos a cambio de la pobreza de la gente”.
Oaxaca, Oax.
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